Hoy te recordé, bueno, siempre lo hago, pero hoy especialmente necesité encontrarte y salí decidido a buscar tu presencia en cada mirada, en cada palabra que fuera atravesándose en mi trayecto. Todo estuvo en mente al abrir mis ojos, tanto que hasta me esforcé por percibir ese aroma de nuestro primer beso del día al despertarnos. Debo confesar que la soledad de mi cuarto desaparece en estas circunstancias. Es claro que cuanto más pasa el tiempo, mis deseos por tu abrazo, tu comprensión, tu consejo, tu paciencia para escucharme, se hacen más imprescindibles. Sé que estás, siento tu compañía en mi día a día, pero en mi afán utópico por hallarte quisiera que te materialices, oírte, recibir esa mirada, sólo tuya, en la que me hacías salir fortalecido. Sé que es mucho pedir, pero en este recuerdo, más que nunca, quisiera tu "seguí adelante, vas por buen camino".
Hugo Accardi
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